“Cuando queráis escudriñar algo de vuestro destino, un puñado de esas hojas lanzando al viento os dirá el secreto que anheláis conocer”, dijo el yatiri Kjana-Chuyma antes de morir y entregar la coca a su pueblo, herencia legada por el dios Sol, como consuelo para resistir la invasión española y la venidera esclavitud, cuenta una leyenda de la coca, aunque algunos arqueólogos consideran que es hoja era utilizada en ceremonias prehispánicas, ya que los especialistas encontraron bolsitas con la coca junto a momias.
La citada leyenda demuestra la relación que existe entre la coca y los yatiris, amawt`as y otros elegidos o maestros, quienes son los intermediarios entre los seres humanos y las representaciones energéticas: Pachamama, Achachilas, Apus, Illas y demas espíritus.
La tradición oral demuestra que la elección de un rito andino, sus elementos, la práctica y la realización no son producto del capricho; esa tarea le corresponde exclusivamente al yatiri y a lo que diga la coca, explica el antropólogo Richard Mujica.
Los yatiris, amawt`as, kallawayas, chamakanis definen el rito y el lugar donde deberá practicarse, que mesa se necesitara y que misterios (dulces especiales) servirán para curar, generarán prosperidad o satisfarán la necesidad del solicitante, a quien se le pide fe en el trabajo de los expertos.
El curandero primero intercede por la persona ante la Pachamama y los achachilas, luego deja caer las hojas de coca sobre su aguayo y lee el significado oculto de las figuras que forman las hojas sobre el paño. De esta manera conoce que le sucede a la persona, que ofrenda aún no presento, cuál es el origen de las energías que lo perjudican o si alguien usa la brujería en contra de este.
El yatiri o amawt`a explica, entonces cuales son los problemas y que rito eliminará, corregirá o arreglara la “suerte”. El curandero pide, a la persona que quiere su trabajo. Los amuletos que compondrán la mesa, waxt`a, q`uwacha, milluchada o wilancha (nombres de los ritos); por ejemplo, que color de lana que misterios (los dulces que simbolizan las cosas deseadas y que se incorporan en las mesas), además de otros elementos que precisas la ofrenda.
La tradición dice que el resultado es mejor si el yatiri realiza las compras, porque nadie mejor que el conoce las cualidades de las ofrendas. Después el yatiri o amawt`a definira el lugar idóneo para cumplir con la ceremonia, que puede realizarse en el domicilio del afectado, en una apacheta local o en algún lugar del campo; en este último caso se solicita la intervención de un achachila determinado para solucionar problemas extremos.
La tradición oral demuestra que la elección de un rito andino, sus elementos, la práctica y la realización no son producto del capricho; esa tarea le corresponde exclusivamente al yatiri y a lo que diga la coca, explica el antropólogo Richard Mujica.
Los yatiris, amawt`as, kallawayas, chamakanis definen el rito y el lugar donde deberá practicarse, que mesa se necesitara y que misterios (dulces especiales) servirán para curar, generarán prosperidad o satisfarán la necesidad del solicitante, a quien se le pide fe en el trabajo de los expertos.
El curandero primero intercede por la persona ante la Pachamama y los achachilas, luego deja caer las hojas de coca sobre su aguayo y lee el significado oculto de las figuras que forman las hojas sobre el paño. De esta manera conoce que le sucede a la persona, que ofrenda aún no presento, cuál es el origen de las energías que lo perjudican o si alguien usa la brujería en contra de este.
El yatiri o amawt`a explica, entonces cuales son los problemas y que rito eliminará, corregirá o arreglara la “suerte”. El curandero pide, a la persona que quiere su trabajo. Los amuletos que compondrán la mesa, waxt`a, q`uwacha, milluchada o wilancha (nombres de los ritos); por ejemplo, que color de lana que misterios (los dulces que simbolizan las cosas deseadas y que se incorporan en las mesas), además de otros elementos que precisas la ofrenda.
La tradición dice que el resultado es mejor si el yatiri realiza las compras, porque nadie mejor que el conoce las cualidades de las ofrendas. Después el yatiri o amawt`a definira el lugar idóneo para cumplir con la ceremonia, que puede realizarse en el domicilio del afectado, en una apacheta local o en algún lugar del campo; en este último caso se solicita la intervención de un achachila determinado para solucionar problemas extremos.
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